El suelo, es un factor que condiciona la respuesta del viñedo, y por ende la composición de la uva de cara a la vinificación, bajo la fuerte influencia que ejerce el clima de la zona, actuando fundamentalmente como reserva hídrica para la vid, además de ejercer una influencia a través de sus propiedades fisicoquímicas.
Las albarizas son suelos ricos en carbonato cálcico, con suelo y subsuelo formados margas blandas, pobres en materia orgánica natural, poco fértiles, de composición mineralógica simple, con estructura hojaldrada o grumosa, y cuyos horizontes tiene un alto poder retentivo de la humedad, en los cuales las raíces de la cepa se desarrollan principalmente en los primeros setenta centímetros de profundidad, si bien la raíz principal puede llegar a sobrepasar los cuatro metros de fondo.
CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS
Zonas Arenas
“Las Arenas son suelos fuertemente rojizos de hasta unos dos metros de espesor, tienen debajo un horizonte o capa blanca muy rica en caliza.
En la parte superior, en la parte de labor agrícola presenta gran número de cantos rodados.”
El viñedo, el clima y el suelo de Montilla-Moriles. Garcia del Barrio, I., Sanz, F., Lopez,L.


Zonas Sierra de Montilla


Zonas Llanos


Zonas Altos Moriles
“Los Altos de Moriles se componen por suelos altamente calizos y formados sobre la tosca hojaldrada del Oligoceno superior. Posee una estructura geológica que transmite al suelo que de ella se deriva en condiciones xéricas, y que explican muchas de las excepcionales propiedades físicas de este suelo de viñedo de inmensa calidad.
El terreno Oligocénico de una edad geológica muy distinta al Cretáceo, de la Sierra de Montilla, aunque los materiales sean en ambos casos margosos y altamente calizos.
Difícilmente cabe imaginar que se junten más características favorables para la cepa de viñedo en un clima cálido y seco que las que aportan el suelo excepcional y el suelo singularísimo de los Pagos de Moriles.”
El viñedo, el clima y el suelo de Montilla-Moriles. Garcia del Barrio, I., Sanz, F., Lopez,L.

