La vid es un cultivo muy bien adaptado a las condiciones edafoclimáticas actuales de Andalucía, no obstante, su comportamiento agronómico puede verse seriamente afectado debido a cambios en el clima, repercutiendo en la producción y por tanto en la viabilidad de este. Por este motivo, se hace indispensable poder caracterizar el cultivo, así como su respuesta a las diferentes condiciones meteorológicas que se pueden dar en un lugar determinado. En este contexto se ha llevado a cabo un estudio durante tres campañas en una zona vitícola tradicional y con un clima tan extremo como es Montilla-Moriles, al sur de la provincia de Córdoba. Se ha evaluado la producción, el peso de la madera de poda y el grado de azúcar alcanzado en diferentes parcelas comerciales. Los resultados muestran cómo años algo más extremos de lo que se consideran normales en la zona, afectan de forma muy negativa a la producción, provocando caídas considerables de la cosecha y del vigor de las plantas. Además de esto, se produce un adelanto de la cosecha de entorno a un mes con respecto a una campaña típica. Esta información puede ser de vital importancia tanto para el futuro de la zona como para conocer los riesgos a los que se pueden enfrentar zonas que tengan un clima futuro similar.

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