VINO
AMONTILLADO
MONTILLA
MORILES

Es el rey de los vinos generosos:
el más sublime, el más complejo,
el más señorial.

VINO AMONTILLADO
MONTILLA MORILES

Es el rey de los vinos generosos: el más sublime, el más complejo, el más señorial.

Elaboración

El amontillado se obtiene a partir de un vino fino, que en condiciones normales envejece en bodegas que reúnen las características adecuadas: suelo de albero para mantener alta la humedad; techos altos para conseguir una temperatura estable, y una constante renovación del aire para permitir que la levadura se desarrolle siempre en su hábitat ideal. Una vez superado el mínimo exigible de cinco años, el vino fino puede perder el velo de flor de forma natural (cambios bruscos de temperatura y/o humedad), o bien por decisión deliberada del técnico de la bodega (alcoholización). Tras esa fase de crianza biológica se inicia una posterior de crianza oxidativa de, al menos, tres años y que incrementa progresivamente el grado alcohólico por encima de los 16% vol. y que confiere al vino unas características fisicoquímicas y organolépticas únicas.

UVA: Pedro Ximénez.

TEMPERATURA: Estos vinos deben consumirse atemperados, entre 12 y 14ºC.

NOTAS DE CATA: Se presenta limpio, brillante, transparente de color dorado hasta ámbar intenso. De aroma a frutos secos y madera propios de su doble crianza, biológica y oxidativa, pudiendo presentar notas a barniz y sabor seco y ligero, ácido y muy persistente.

MARIDAJE: Es un vino que por su complejidad aromática y gustativa puede ser el acompañante perfecto para carnes de caza mayor, ahumados, quesos muy curados, jamón, etc. Con perdiz escabechada y, por qué no, para hacer un maridaje de contrastes, con timbal de foie, queso de cabra y mermelada el resultado es sorprendente, sobre todo aromáticamente, ya que se consigue una suma inigualable de aromas por vía retronasal. También destaca junto a sopas y consomés. Especial mención merece también su unión con rissoto, setas y ahumados.

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